06/05/2021

Poesía para madres I

 


Amaneció hoy radiante en mi ciudad, se va notando el avance de la primavera. Sin embargo, de camino a mi lugar de trabajo, a pocos kilómetros de llegar, ploff, llegó la niebla. Se intuía allá atrás el sol de mayo y prometía calor, pero hasta pasado el mediodía no hizo acto de presencia. La niebla puso de manifiesto un cierto hastío pues no en vano son muchos días de curso, muchos viajes y muchos kilómetros a mi espalda. Tuve necesidad de sol, de verlo salir de nuevo, de comenzar el día otra vez con un paisaje más a mi gusto, pero el reloj no vuelve atrás, ya estaba instalada en la desidia de un jueves neblinoso cualquiera.



Todo esto para decir que:

Vaya mierda de día. Empezó bien, pero luego, caca.


Bueno, dramatismos aparte. Hoy quería compartir un poema, de esos que una descubre por casualidad. Algo leí en algún sitio, un nombre me llegó por algo que escuché, no lo sé, el caso es que apareció en mi vida Josefina Plá, de la que no sabía NADA y leyendo e investigando apareció el poema, que le viene que ni pintado a mi día de hoy. Ahí va.

AMANECER



A Gastón Figueira

La mañana irisada, como fino cristal
se curvó sobre el ancho campo reverdeciente.
A la abismal succión del azul transparente,
agriétase la carne de un ansia germinal.

Y a la blondez purísima de su desnudez tierna,
la mísera corteza se nos cuartea en congoja,
y un sollozo nos sube desde la honda cisterna
en sombra donde el párpado su penitencia moja.

El dolor de las alas imposibles
nos curva más bajo el cansancio irredimible
que se adhiere a la carne dolorosa:
y en la punta de una hoja, radiante y temblorosa,
la gota de rocío
nos finge aquella lágrima inefable
en que, por fin, pudiera el alma miserable
volcar la última gota amarga del hastío.

No me digáis que no es muy muy muy 'para madres' la abismal succión, la desnudez tierna, un sollozo, un cansancio irredimible y la última gota amarga del hastío. Tal cual, yo ahí veo MATERNIDAD, se llama Amanecer, pero se podría llamar "cuando te pilla la luz del día después de una noche agotadora e interminable entre tetas, pañales, mocos y llantos".

Ahí lo dejo, no es un post muy sesudo, pero si arranca una sonrisilla a alguien o, al menos a mi cuando lo lea dentro de unas semanas, listo, me doy por satisfecha. El poema, eso si, es soberbio. Descubramos al fin a las mil autoras españolas o en español de las que aún no sabemos nada, seguro que encontramos oro puro.

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